El lenguaje construye realidad o, lo que es lo mismo, la comunicación tiene la capacidad de transformar. Más allá de las consideraciones acerca de la función performativa del lenguaje, que Jürgen Habermas refleja a la perfección en su Teoría de la Acción Comunicativa (TAC), es un hecho, nunca mejor dicho, que las palabras son acciones, que tienen, por sí mismas, la capacidad de cambiar las cosas. Comunicar es hacer.
Sin duda, cada uno de nosotros, cada una de nosotras, somos portadores de la historia que nos precede. Ésta nos conforma, nos condiciona y, en cierto modo, nos maniata a estructuras y conceptualizaciones arraigadas en nuestro presente. Pero, no es menos cierto, que, a su vez, somos productores de la misma. Como dejó encima de la mesa De Gaulejac para la posteridad, a finales del siglo pasado, somos producto de la historia, a la vez que somos protagonistas de la misma (De Gaulejac, 1999).
El lenguaje construye realidad; comunicar es hacer
En éste sentido, el ejercicio de construcción personal que aquí planteo, siguiendo la propuesta de para mi siempre maestro César Díaz-Carrera, presidente del Institute for the Development of Creativity en El coraje de liderar: La democracia amenazada en el siglo XXI (2014), con el que tuve el lujo de formarme (conoce más sobre mi formación), es cambiar nuestro esquema temporal tradicional pasado-presente-futuro por uno en el que el pasado es pasado, el presente es, tan sólo un efímero pasando y el futuro no está escrito ni determinado, por lo que es, claramente, un posible, un escenario para las oportunidades (pasado–pasando–posible).
Tú tienes la oportunidad de escribir tu propia historia
En ese posible, que está abierto, como si de una página en blanco se tratara, tú tienes la oportunidad de escribir tu propia historia. En ese espacio temporal nada será como debe de ser, como alguien decidió. No eres esclavo de un guión, sino el guionista, el dueño de tus propias decisiones.
Sin embargo, esta carga de responsabilidad no tiene por qué agobiarte, no te asustes. Alégrate, porque vas a poder hacer todo lo que siempre has soñado, has deseado. Lo vas a hacer porque tú y sólo tú tienes el poder de ser lo que quieres ser.
Tú y sólo tú tienes el poder de ser lo que quieres ser
Me dirás: “ya, Ángel, pero… ¿cómo se supone que voy a conseguirlo?”. La respuesta se resume en un único término: comunicación. Lo vas a hacer comunicando, transmitiendo. A ti, en primer lugar, y, posteriormente, al resto. Porque, como la intelectualidad mundial hace décadas que asumió, comunicar es hacer.
Pero no lo vas a conseguir comunicando de cualquier manera. Tampoco comunicando cualquier cosa. En ésta misión tuya, que en este inicio de 2020 comienza, vas a comunicar en torno a tus objetivos, los cuales vas a establecer a través de un proceso de cuestionamiento interno. Esto, que suena muy profundo y complejo, se reduce a preguntarte a ti mismo “¿qué es lo que quiero?”. Respóndete sin complejos, sin límites. Atrévete a soñar.
Es cierto que el camino hacia tu objetivo será más o menos largo, en función de la meta -no es lo mismo correr una carrera popular que una maratón, igual que no es lo mismo disputar una maratón que un iron man-. Pero ten por seguro que, por muy irreal que te suene tu propósito, lo vas a conseguir.
Atrévete a soñar: pregúntate lo que quieres y respóndete sin complejos, sin límites
Una vez determinada la meta, y siguiendo con el símil deportivo, hay que ponerse a entrenar y hay que ponerse a correr hacia la meta. Esa carrera es la comunicación y el entrenamiento, tu formación.
Dejando a un lado los posibles requerimientos de la meta establecida, que abordaremos en otro capítulo de reflexiones -puedes soñar con ser médico, pero difícilmente lo conseguirás, si no completas la formación requerida para el acceso al ejercicio de la medicina; o difícilmente viajarás a tu ciudad soñada, si no compras los pasajes para el vuelo-, tienes que saber que la comunicación ha de tener una forma y un fondo determinado. Por muy veloz que seas, de nada sirve ponerte en modo sprint al inicio de una maratón y retirarse en los primeros kilómetros ¿verdad? Del mismo modo, no cualquier forma de comunicar te valdrá, del mismo modo que no será válido cualquier contenido.
La comunicación que te hará llegar a la meta será una comunicación en positivo, no violenta y estratégicamente establecida, en torno a los objetivos marcados. En ese proceso pondrás el foco, única y exclusivamente, en mostrar al mundo quién eres, por qué quieres lo que quieres y qué quieres, por este orden.
La comunicación que te hará llegar a la meta será una comunicación en positivo, no violenta y estratégicamente establecida, en torno a los objetivos marcados
Como bien ha indicado en numerosas conferencias el coach Simon Sinek, la marca Apple no te dice en su proceso comunicativo con sus clientes o potenciales clientes cuál es su nuevo producto, las características del mismo y, por último, qué es Apple y por qué ha creado ese producto. Siempre sitúa qué es Apple y el porqué del producto en primer lugar, cuáles son las cosas que hacen increíble el producto y, por último, de qué se trata. Del mismo modo, en el mundo de hoy es más importante situar el primer lugar lo que eres y por qué buscas lo que buscas, seguido de cómo vas hacerlo y terminando por lo que buscas.
Pero… ¿sabes quién eres y por qué tu thymos, tu espíritu, y tu razón te impulsan a establecer un motivo por el que despertarte cada mañana? El 99,9% del común de los mortales lo desconocen. Un paso previo, por tanto, será conocerse y no mentirse a uno mismo, pues no hay nada más estúpido e inútil que eso. Sé realista, determina tu estado actual y cuáles son tus debilidades y tus fortalezas. Éstas te marcarán cuáles son tus amenazas y las oportunidades que tienes para seguir creciendo (DAFO/FODA).
Conócete a ti mismo, tus debilidades, tus fortalezas… y recuerda siempre: comunicar es hacer
Una vez sabiendo quién eres, qué quieres y cuáles son las características, actuales y potenciales, que te hacen único para llegar al posible, toca comunicar. Toca hacerlo pero no sólo mediante procesos de comunicación externa. También la comunicación interna, hacia ti mismo, hacia tu interior, será imprescindible para acometer tus objetivos.
El hablarte y hablar al resto, poniendo todo tu esfuerzo comunicacional en ese plan estratégico marcado, será la herramienta fundamental para llegar allá donde quieres llegar. Selecciona los destinatarios de tus mensajes, de tus acciones comunicativas -deberán estar cargadas de contenido estratégico-.
Para finalizar, te diré que algo muy importante es que esta comunicación sea efectiva pasa por creer firmemente en que el objetivo está cada vez más cerca y que, finalmente, lo conseguirás. Cree, sueña, ama tu propósito, lucha con seguridad en ti.
Éste es el único modo de construir, desde estos primeros compases de 2020, tu propio libro, el libro de tu vida, en el que tú y sólo tú eres narrador, guionista y protagonista, y del que pronto, te aseguro, todas y todos, seremos lectores.